viernes, 28 de octubre de 2011

Viena sin otoño


Un mes y unos días sin escribir… demasiado tiempo. He tenido que quitar las telarañas que ya empezaban a aparecer.

Sigo en Viena. Aunque hace unas semanas la dejé de lado para irme a la fría Polonia. A caminar bajo su lluvia, a pasear por su barrio judío y a conocer un feo lado de la historia: Auschwitz, su terrorífico paisaje y las cosas inimaginables que allí pasaron.

Tengo que reconocer que me esperaba Cracovia más bonito, pero lo más interesante para mí fue su gran plaza y el mercado del centro, así como su iglesia.

El invierno ha llegado sin avisar. He pasado de echar de menos camisetas de manga corta a echar de menos más jerseys gordos para no morir de congelación. Los días son nublados aunque el cielo no es muy gris. Todavía no me he acordado del sol de España cosa que es buena. Porque eso significa que estoy a gusto y que todavía puedo soportar bien los 7ºC del mes de Octubre. Dicen que por aquí no llueve mucho, aunque cuando le da por llover no para. Lo que si me gusta es la niebla que aparece por las tardes… sobre todo los días lluviosos. Caminas por el centro, escuchas a los que se atreven a sentarse con una guitarra y tocar unos acordes y descubres otro encanto de esta ciudad.

26 de Octubre. Es el día de Austria. También se le conoce como “Día de la Bandera”. La mayoría de los museos están abiertos al público ese día. Nosotros salimos a la calle a primera hora y pudimos visitar el Parlamento. El museo de historia costaba 9 euros pero al hombre de la taquilla le caímos bien y nos regaló 3 entradas, por nuestra cara bonita. Después visitamos unas zonas de Hofburg y tuvimos la suerte de conocer al presidente de la república de Austria, el señor Heinz Fischer. Estos austriacos son tan familiares… aquí nadie lleva guardaespaldas y hablan como si se conocieran de toda la vida. Me gusta.

60 días en Viena. Ayer hicimos nuestra primera tortilla de patatas. Eva y yo nos pusimos manos a la obra con las patatas y la cebolla y Nacho y Aurora con las ensaladas. También un poquito de queso, cosas varias para picar y por supuesto Sangría Don Simón. Todo estaba riquísimo aunque al final sobraron cosas. La tortilla no salió mal pero podría haber salido mejor, con la práctica conseguiremos hacerlas perfectas.

Hasta aquí mi muy resumido mes. Aunque no las nombro, las fiestas están presentes 3 días a la semana. Haré especial mención a la PORNO PARTY, los detalles me los guardo. Estoy de lujo, en mi salsa, con la sonrisa más grande del mundo y rodeada de gente increíble a la que echas de menos en cuanto pasa un día sin verla. Mi próximo destino es Budapest. Para eso haré una entrada a parte. Ahora organizaré mi fin de semana turístico con mi amiga del alma. No puedo esperar a verla, 9 horas más y podré darle el achuchón más fuerte del mundo.


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