jueves, 15 de diciembre de 2011

Punto y seguido


Y que el tiempo vuela… Nunca olvidaré el imán que compré en mi viaje a Irlanda y que dice así: “When I was getting used to yesterday, along came today”. Y qué gran verdad. Y es que el paso del tiempo me atormenta a veces. Pero así es la vida. Y el tiempo tiene que pasar y con él sus aventuras y desventuras. Y en general las historias, nuestras historias.

¿Y qué pasa con la llegada de la navidad? ¿Y mis aventuras “Noviembreras”?:
El mes de Noviembre fue un inciso en mi vida loca de Erasmus. Visitas por aquí y visitas por allá lo que implicó: predominio del turismo, planes caseros y más gastos de la cuenta. Pero sobreviví y agradezco a aquellas (tesoritos de mi corazón) y a aquél (otro tesoro grande) traerme un trozo de mi vida de siempre a este lugar de la tierra donde me hallo.
La navidad en Viena es increíble. Los adornos y el espíritu llevan presentes desde hace un mes. Me encanta pasear por el centro y ver ese ambiente que hace a la ciudad aún más especial. El olor dulzón a vino y canela, las luces, el frío, un palacio por aquí y otro palacio por allá, los amigos y la felicidad de saber que Madrid te espera con los brazos abiertos.
Y eso que decían del frío: ahora entiendo cada día más a los “guiris” que llegan a España y van en mangas de camisa en pleno invierno. Pero claro después de pasar un tiempo aquí te das cuenta de que te inmunizas. Cuando los termómetros marcan 4º C dices cosas como: “Hoy no hace frío” u “Hoy hace bueno”. De todas formas el frío no ha llegado todavía. O eso dicen.

Y aquí me hallo. 105 días después de mi llegada. A punto de ser las 16.00 de la tarde ya casi es de noche en esta ciudad. Hoy llueve y el día es gris y triste. Para mí he llegado a casi la mitad de esta aventura, para otros es ya el final. Pobres aquellos que se van, llenos de recuerdos y buenos momentos y pobres nosotros que nos quedamos sin ellos.

Días de familia, comida de verdad y encuentros especiales con los que quiero. A punto de coger el avión y decirle a Viena: ¡Hasta el año que viene! Y pensar que ha sido un año maravilloso, como espero que sea el siguiente. Y ser feliz por tener amigos de verdad, que aún en la distancia, siempre están ahí y por la suerte de vivir experiencias inolvidables con gente inolvidable.

FELIZ NAVIDAD.